Dos años después de mudarse a los Estados Unidos desde su México natal, David Espinoza Cervantes tiene firmemente en mente su sueño americano. Le gustaría convertirse en electricista, formar una familia y regresar a su ciudad natal para construir una escuela para que los estudiantes puedan estudiar cerca de casa.
Cuando David estaba creciendo, tuvo que viajar a una escuela en una ciudad a 3 horas de distancia, viviendo con una tía y viendo a sus padres solo una vez por semana. Vino a los Estados Unidos para completar su educación y construir un futuro sólido no sólo para sí mismo sino también para los demás.
“Vine aquí por una vida mejor”, dice el joven de 19 años.
David llegó a Lowcountry Acceleration Academy después de encontrarse con frustraciones en la escuela secundaria tradicional donde comenzó su educación americana. Como estudiante que recién aprendía inglés, a veces tenía problemas para seguir las lecciones en aulas llenas de estudiantes. Vino a LAA para aprovechar el apendijaze amplio individual y la oportunidad de aprender a su propio ritmo.
Aprovechó al máximo las oportunidades, dice Janell Reyes, defensora de candidatos a graduación de habla hispana que trabaja en estrecha colaboración con David y otros estudiantes que aprenden inglés. Y ahora él es un graduado.
“Es súper dedicado y humilde”, dice Reyes. “Es un placer tener a David aquí.”
El joven de 19 años trabaja a tiempo completo con su hermano, que es electricista, y aprecia el horario flexible que ofrece LAA. A pesar de sus otros compromisos, completó su trabajo escolar. Fue uno de los 3 candidatos a graduación que ganaron una cena de Acción de Gracias gratuita para sus familias como recompensa por su sólido rendimiento académico, y recientemente se unió al grupo inaugural de graduados de LAA para celebrar sus diplomas.
“Sentía que no podía hacerlo bien en las clases. Pero luego me di cuenta de que podía pasar las clases, a pesar de la barrera del idioma”, dijo David en la ceremonia de graduación. “Estoy muy emocionado por mi graduación”.